“Ojalá no fuese tan horrible pecador como soy, constantemente preocupado. ‘Por nada estén ustedes afanosos, sino sean conocidas sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias’. Solamente si hacemos esto, la paz de Dios guardará nuestros corazones y mente en Cristo Jesús. Sin embargo en esto fallo diariamente” (Cornelius Van Til)
Y es así, cuántas veces he fallado a Dios entregando mi mente a tantas preocupaciones de la vida, dando paso a la ansiedad. Es importante nunca olvidar que su gracia nos ha salvado y es esta gracia la que nos ha de cuidar hasta el fin de los tiempos.