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Cerca de arrepentimiento: juego de adolescente vivida toda vez que al divisar a una figura femenina que a la distancia lucía espectacular y se alertaba a la pandilla sobre “el monumento en aproximación”; fueron tantas las veces en que el asunto terminó en franca decepción, en demasiadas oportunidades el cambio de zoom trajo también cambio en la apreciación inicial y muchas bromas pesadas para el que se las dio de atalaya y alertó a la jauría, resulta curioso poder comprobar que este inocente capítulo lo vemos repetido y amplificado, ya no tan inocuos, en otros niveles y edad mas madura; siempre se vuelve a “tropezar en la misma piedra”, tantas veces en la vida que se pudo comprobar que no todo lo que a primera vista parece y a segunda no lo es, pero a pesar de ello la lección rara vez es aprendida, la precipitación reina demasiadas veces al emitir juicios impulsados por “primeras impresiones”.

Las experiencias individuales siempre se transmiten al colectivo: la primera vez que me tocó comprobarlo fue cuando pude constatar como el depuesto presidente de Chile Salvador Allende, construyó una imagen “de lejos” muy buena, de justiciero y demócrata, en momentos en que en su propio país tenía una amplia mayoría que vio con simpatía el golpe militar de Pinochet (chileno que diga algo distinto, sencillamente miente). Mi segunda experiencia con esto de visiones lejanas, la viví cuando conseguí en el exterior tanta gente que opinaba sobre “el perfil de líder continental” de Carlos Andrés Pérez, en circunstancias que en Venezuela se estaba a punto de su defenestración.

¡Que fácil resulta equivocarse cuando se opina desde lejos!, es casi como meterse a dar juicio sobre disputas conyugales, ¡que fácil es engañar cuando se miente con aplomo y seguridad!, quien lo hace sienta juicio sobre una visión desenfocada o irreal, usan el juicio ligero y lejano para engañar a inexpertos, ingenuos o ignorantes, ¿qué decir entonces de todo aquel que adelanta opinión fundada en imagen distante, sabiendo fehacientemente que “no todo es lo que parece ser”, aquellos que se atreven a atestiguar bajo la consigna de un “me consta”, sobre algo que sencillamente no tienen la menor idea. Esta gente parecen ser personas inofensivas, pero en su intento de convencer a los demás que su visión es la única real y objetiva, y que quien no coincida con ella sencillamente es ciego o anormal, usan la mentira como práctica normal, serán más o menos peligrosos dependiendo de la posición y responsabilidad que ocupen en una sociedad.

La imagen de Venezuela se ha venido construyendo con premeditación, para que de lejos parezca una verdadera democracia occidental, por sus tantas elecciones y diatribas públicas, pero la verdad cercana, facilitada por la locuacidad itinerante del presidente, ha dado a conocer una realidad que se llama autocracia.

El CNE el día 19 de enero intentó la práctica al tomar su resolución sobre circunscripciones electorales, de cerca se puede ver solo el cumplimiento de una orden para acrecentar el ventajismo oficialista.

Para algunos eso de usar la visión lejana para confundir y engañar es una práctica común, incluso la catalogan de “mentira blanca”, pero la mentira construida sobre visiones, sean lejanas o cercanas, siguen siendo mentiras, y la mentira es hija del demonio: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso, y padre de mentira” (San Mateo 8:44).

Usar el ”lejos de tentación” no es otra cosa que una trampa premeditada, como es lo usual en el demonio, por ello debemos estar prevenidos contra todo aquel que usando este juego, transforme la mentira en práctica cotidiana y herramienta diaria, los hombres que conocen y temen a Dios, esos de “buena materia prima”, saben que la mentira es una de las cosas que mas aborrece Dios: “Seis cosas aborrece Jehová, y aún siete abomina su alma: los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos” (Proverbios 6:16-19).

Autor: Helmut Schatte
Escrito para: Ministerio Vivo Para Cristo

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