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Me atrevo a afirmar que la mayoría de nosotros seguimos estas reglas: investigar algo que anuncie el cómo alcanzar un objetivo codiciado, con poco trabajo, sin mayor costo monetario ni de trabajo físico o intelectual, por ejemplo: “cómo hacerse rico con poco esfuerzo”, o “cómo rebajar de peso comiendo de todo”. Cuando compramos un aparato nuevo, sea este un carro, un televisor o una licuadora, sentimos la necesidad de conocer cuál tipo de combustible usa, si se puede usar a la intemperie, si aguanta calor o bajas temperaturas, etc. En este caso, la regla de oro la da el fabricante, pues es él quien sabe cómo conseguir el funcionamiento óptimo de su objeto fabricado, indicando en un manual cómo se debe y cómo no se debe operar, ¿existe mejor recomendación que la del fabricante?

¿Qué diría usted si descubre que existe una regla de oro para la convivencia pacífica, fraternal y próspera en Venezuela? Una regla que no incomode ni a los partidarios del socialismo, ni a los que creen que el capitalismo es lo más adecuado, que no sea una utopía como se le acusa al comunismo, ni despiadado como se señala al capitalismo liberal. Tal regla sí existe, muchos la conocen, pero sucede que cuando se da a conocer en público muchos se niegan siquiera a considerarla, alegando: “no existe maravilla que sea barata, mucho menos gratis”.

En nuestra ceguera y torpeza, solemos ignorar lo más elemental. Por ejemplo: hemos contaminado hasta el extremo de convertir el agua que bebemos y el aire que respiramos para nuestra sobrevivencia, casi en veneno mortal.

Existe el secreto para la buena convivencia, ha estado frente a cada uno de nosotros, pero cada uno de nosotros, en nuestra propia estupidez, no hemos querido verlo. Es poderoso y sencillo, al punto de parecer propuesta infantil, dice más o menos así: “Traten a los demás como ustedes mismos quieren ser tratados.”

¿Alguien puede estar en desacuerdo con esto?, ¿no viviríamos en un mundo ideal si cada quien actuara bajo esta premisa?

“Nadie puede cambiar el color de su piel, ni puede un leopardo quitarse sus manchas, tampoco nosotros podremos hacer lo bueno si solo practicamos lo malo”, ¿verdadero o falso? Quien cree en un Dios vivo no dejará de aceptar que: “Si Dios no edificare la casa, en vano trabajan los que la construyen. Si Dios no guardare la ciudad, en vano la custodia la guardia”.

Todo esto ha estado frente a nuestros ojos, pero muchos no lo han querido ver, la primera cita es del propio Jesucristo (Mateo 2, Lucas 6:31), la segunda del profeta Jeremías (13:23) y la última la encontramos en el Salmo 127:1. “Maldito el varón que confía en el hombre, y pone su fuerza en su brazo, y su corazón se aparta de Dios”.

“Bendito el varón que confía en Dios y cuya confianza es Dios. Porque será como árbol plantado junto a la corriente de agua, que junto a la corriente echará raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde, y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto”. ( Jeremías 17: 5, 7-8)

Escrito para: Diario El Tiempo y Ministerio Vivo Para Cristo
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Un round más

Te voy a contar algo de mi pasado. Cuando tenía 17 años me dedicaba a boxear, me decían el “Toro Esparza” por mi dura pegada. Mi entrenador decía que iba a llegar lejos porque era diligente en mis entrenamientos y le obedecía. A mí me apasionaba lo que hacía. Por primera vez en mi vida había encontrado una pasión que me impulsara. Pero, una semana antes de la eliminatoria estatal desobedecí a mi entrenador por primera vez y me fui de vacaciones con mis amigos, y ya te imaginarás. Todo lo que tenía de condición se fue al caño.

Cuando tuve la pelea todo era diferente a cómo lo había imaginado. El contrincante era un duro peleador, y ambos no cesábamos de tirar golpes. Sin reservas ambos entregamos todo en cada round, no fue la típica pelea dónde los boxeadores administran su fortaleza. Era todo o nada en cada round.

Con cada golpe que tiraba se me escapaba el aire y el contrincante por más que le pegaba no retrocedía. Al llegar al ultimo round, sentado en el banquillo le dije a mi entrenador ¡Ya no puedo! y él decía ¡Un round más, dame un round más, él también está cansado ya lo tienes! Tuve miedo y mi cuerpo no respondía, y le pedí a un compañero que tirara la toalla y el referee suspendió el combate. Cuando mi contrincante se quitó la careta protectora del rostro, lo pude ver. Su rostro estaba todo moretoneado por los golpes que le había dado, y no pude evitar pensar que habría pasado si hubiera salido a pelear un round más.

Esa fue mi última pelea, no pude superar lo que pasó aquella tarde y jamás he vuelto a ponerme unos guantes.

Es por eso que hoy que he encontrado mi gran pasión en Jesucristo día a día trato de ir más allá. Cada vez que las situaciones se ponen difíciles y quiero tirar la toalla de nuevo, me digo a mi mismo ¡un round más Richy! Cada vez que tengo miedo y estoy falto de fortaleza me digo a mi mismo ¡un round más Richy! Tal vez este sea el golpe con el que derribes a tu contrincante.

El Señor Jesús es hoy mi inspiración para dar un round más porque al igual que nosotros él ha sentido el deseo de tirar la toalla y no hacer la voluntad del Padre, cuando estaba su alma herida en el huerto de Getsemaní:

“Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.” Mateo 26: 38-39

Su Padre le pidió que le concediera un round más para salvar la humanidad, y a pesar del temor, angustia y dolor que él sentía, él salió a pelear un round más en la pelea del campeonato dónde derrotó a la muerte para darnos vida eterna.

Querido hermano, ¿Qué podrá ser aquel round más que nos pida Dios, que sea más de lo que Él ya ha hecho?

Qué sabes tú que ese será el round en el que clamando una vez más, recibirás sanidad. Qué sabes tú si este día es el round en dónde al desprenderte del pecado serás inundado de ríos de agua viva.

Vamos hermano, no desistas, entrégale día a día un round más a Dios al desprenderte del pecado, al ser obediente a Dios, a orar a pesar de querer hacerlo, al obedecer a los Pastores, Consejeros, Médicos, o Terapeuta, al hacer la voluntad de Dios a pesar de no comprenderla, al trabajar diligentemente en tu trabajo, al servir a una persona más... porque si tu le dieras un round más a Dios en todo lo que haces, tendrás una vida de campeonato.

Autor: Richy Esparza
Sitios: devocionalesderichy.com y cristodavida.com
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De los que me diste no perdí ninguno

Juan 18:9

Esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho: “De los que me diste ninguno se perdió.”

Hay porciones en la Biblia que las leemos en muchas ocasiones y no prestamos atención a la lectura, en realidad no sé cuantas veces había leído el capitulo dieciocho de Juan, pero en esta oportunidad encontré una palabra que tocó mi corazón y Dios me dijo que lo compartiera a todos los lideres de todas las congregaciones.

Entiéndase como líder todo aquel que los demás le siguen, no solamente por delegación pastoral, sino más bien, por delegación de lo alto.

Puede haber líderes sin delegación pastoral y lideres con delegación pastoral pero no Divina…

Los lideres de Dios tenemos una responsabilidad tan grande sobre nuestro hombros, debemos de compartir a los mas jóvenes en la fe de las maravillas que la biblia nos enseña, además de tener que rendir cuentas por las almas que ven en nosotros un liderazgo y quieren ser y hacer lo que nosotros somos y hacemos.

Jesús mismo en los primeros capítulos del mismo evangelio dijo estas palabras: “Y ésta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el día final.” (Juan 6:36) otra versión del mismo pasaje dice: “Y la voluntad de mi Padre, que me envió, es que yo no pierda a ninguno de los que él me ha confiado, sino que en el día último los resucite a todos para vida eterna”.

El sabía que su padre le había encomendado cada una de las almas que había discipulado y en el camino no debía de perder ninguna, al contrario, debía de procurar que todos pudieran conocer al padre y al hijo, posteriormente (hechos de los apóstoles) conocerían el poder del Espíritu Santo.

Muchos de nosotros pensamos que ser lideres es sencillo y no meditamos en que debemos de ser cuidadosos de las almas que Dios te ha dado en tus manos, debes de estar en constante oración para que los demás (así como tú) sean fortalecidos y no retrocedan, debes de visitarlos constantemente para saber como están, debes de prepararles palabra viva y eficaz a través de tu preparación espiritual antes de compartir de la biblia, debes de interesarte por sus vidas como si se tratara de la tuya misma…

En muchas ocasiones hemos bromeado con algunos hermanos de la congregación que al delegarnos un ministerio dentro de la iglesia, espéranos no citar lo que Pablo decía: “he acabado la obra” pero en el sentido que literalmente nos la acabamos, nos delegan un ministerio de diez hermanos y al finalizar de nuestra delegación el ministerio se queda con dos o tres hermanos, ¡en serio! ¡Eso ha ocurrido en muchas oportunidades en las congregaciones!

El problema radica en que los líderes no nos preocupamos del estado de nuestras ovejas y en lugar de cuidarlas las dejamos descarriladas y perdidas a medio camino…

Líder no permitas que al llegar ante el Gran Trono Blanco de Dios te sea demandada una vida que dejaste perder de tu ministerio, que puedas alegarle que tú la buscaste y la llamaste a recapacitar de sus caminos, que hiciste hasta lo imposible por hacer entrar en razón a esta ovejita hasta que por ella misma desistió.

Hay un versículo que dice “sé diligente en conocer el estado de tus ovejas” por ende, es un mandato de Dios cuidar de su pueblo.

Sobre el tema, Dante Gebel hace una referencia tomando de base la película “Rescatando al Soldado Ryan” El Capitán Millar y su pelotón van en misión al frente de batalla, donde deben ubicar a Ryan -único sobreviviente de 4 hermanos que participaron en la contienda-, la consigna es rescatar si o si al chico soldado. Así es como se comporta un verdadero líder en las congregaciones, rescatando almas de las garras del enemigo y la única opción es lo rescatamos si o si y no hay otra premisa. Así continua y sé diligente con el ministerio que Dios ha encomendado en tus manos.

Recuerda que tú y yo somos los ojos, los oídos, las manos, los pies de Jesucristo en este mundo, somos llamados a cuidar de su rebaño.

Tomado de: Devocional Diario.com
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Algunos en su desesperación recurren al uso de “declaraciones”, suerte de afirmación / orden que se supone debe tener efecto inmediato, algo muy parecido a lo que hizo Jesucristo cuando entre sus tantos milagros sanó a dos ciegos (Mateo 9:27-29), teniendo un efecto instantáneo, emulando su ejemplo dan órdenes cual reencarnación divina. Los que intentamos ser cristianos y recurrimos al “manual del fabricante” (la Biblia), estamos muy claros que pretender tener la misma autoridad que Jesucristo es prácticamente una blasfemia; somos hombres de carne y hueso, con defectos y debilidades, para no usar la palabra pecadores que molesta a algunos. Intentamos copiar milagros y olvidamos que el propio Jesús nos enseñó a pedir en oración con mucha fe y en estado de obediencia.

Las crisis situacionales no se resuelven con magia ni pidiendo un Mesías que nos saque del atolladero. Son demasiados los que gimen en medio de la crisis como si la salida no existiese, olvidando que al contravenir una ley universal que afecta nuestras vidas mas allá de lo que muchos siquiera soslayan; me refiero a “causa y efecto”, si no se cambia lo que se hace; no cambiará el resultado, si no se cambia el pensamiento, que es el que genera los actos; no cambiará la forma de hacer las cosas, el asunto es sencillo: cualquier cosa que se haga Y que contravenga el diseño de algo creado, no tendrá efecto y en la mayoría de los casos puede resultar en deterioro fatal. Esto es válido para cada acto de nuestras vidas.

El Creador nos ha enviado miles de mensajes los cuales en nuestra sordera no oímos y en nuestra ceguera no vemos, como el Salmo 118: 6-9: “El Señor está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?. El Señor está por mí entre los que me ayudan; por tanto, miraré triunfante sobre los que me aborrecen. Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre. Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en príncipes”.

Teorías de hombre no salvan de la destrucción, quien así hace sencillamente desconoce a Dios, circunscribe la visión de la humanidad a la de un hombre-animal que vino al mundo a satisfacer sus necesidades corporales. Se burlan afirmando que la religión es “el opio del pueblo”, como si creer en Dios fuese una forma estúpida de huir de la realidad material o que se usa como droga que atonte al explotado para que no se rebele.

Debemos pedir a Dios misericordia para quienes sustentan estas propuestas, hechas a la medida y dirección de Satanás para promover una vida al servicio de las necesidades materiales, alejándolo de toda noción de espiritualidad.

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos Mateo 7:21. Si los humanos cumpliésemos con la forma de vida descrita en la Biblia no sería necesario seguir inventando teorías políticas de liberación, la única libertad está en Jesucristo, quienes no la busquen se perderán nada más y nada menos que la vida eterna y lo menos que podrían esperar es el infierno.

Escrito para: Diario El Tiempo y Ministerio Vivo Para Cristo
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Sin Unidad No Hay Victoria

Salmos 133:1

¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!

Hoy día, el mundo entero habla una y otra vez sobre la unidad, para cualquier fin que tengan planteado. Por ejemplo en Venezuela, ahorita se habla de la “Unidad” en vísperas de las próximas elecciones parlamentarias bien sea de un bando o del otro, pero la meta es la misma, La Unidad.

En el ámbito mundial, hace poco fue conformada la Unión Europea, la cual reúne a gran parte de los países del viejo continente con la finalidad de ofrecer mejor calidad de vida a los ciudadanos europeos propiciando la integración de los pueblos. Asimismo existe pero no tan sonada la Unión Africana, de igual forma la Unión Asiática, incluso la UNASUR. Todo esto con el único fin para los ciudadanos pertenecientes a cada región. Todo no es tan perfecto como parece ser, y cada quien tiene sus intereses y ahí están las trabas que siempre sobresalen ante un proyecto en conjunto.

La Unidad no esta excluida del pueblo de Dios, pues una de las cosas que el Señor nos exige es la unidad. ¿Pero te has preguntado porque debemos estar unidos? ¿Has escuchado esa frase “En la unión esta la fuerza”? ¿Sabias que somos un cuerpo en Cristo? Ahora me hago estas otras preguntas… Si somos miembros de un mismo cuerpo, ¿Por qué no terminamos de entender que nuestra lucha no es contra nuestro hermano, sino contra Satanás y sus secuaces? ¿Por qué caemos en el terreno del enemigo al perder nuestro tiempo en chismes que no edifican nuestras vidas? ¿Por qué no pensamos en el bienestar de nuestro hermano antes que el nuestro propio? Si sigo escribiendo aquí las preguntas que tengo en mente, duraría mucho rato, y no es ese mi enfoque, sino mas bien el dar a entender que Sin Unidad No Hay Victoria.

El pueblo de Dios en la antigüedad, ante los muros de Jericó, tuvo que dar varias vueltas durante 7 días UNIDOS, y de esa forma fue que vieron la Gloria de Dios al derrumbarse las inmensas murallas que tenían en frente de ellos. ¡Que gran victoria obtuvo el pueblo de Dios en ese momento!

Hoy, las cosas no han cambiado mucho. Dios sigue exigiendo a su pueblo UNIDAD, y es que ante una iglesia unida no hay diablo que se resista. Lamentablemente nuestro enemigo es astuto y ha sabido como entretener al pueblo de Dios, haciéndonos caer muchas veces en religiosidad, en asuntos que no son de provecho y que están muy lejos de lo que Dios quiere de nosotros.

El Salmista pudo decir: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!”; y realmente sabia lo que era estar en armonía. En nuestras iglesias actualmente no existe la armonía, es algo que pasamos por alto, pues al igual que un conjunto de instrumentos que son tocados y dan una armonía bastante agradable, asimismo la iglesia debería trabajar y que hermoso sería el fruto de ese trabajo. Imaginemos por un momento hacer un evangelismo, una campaña evangelística o una vigilia en armonía… ¡Que agradado se sentiría nuestro creador al vernos en armonía!

Es triste ver como el pueblo escogido por Dios, no termina de comprender lo que es la unidad, el trabajo en equipo. Personalmente veo con preocupación como la iglesia lleva una vida tan ligera teniendo tan grande responsabilidad ante Dios.

Amados hermanos, no permitamos que el enemigo llene nuestras mentes con mentiras, tengamos siempre la convicción de que somos uno en Cristo, tratemos siempre de trabajar en equipo, creyendo firmemente que somos un cuerpo y que por lo tanto no debemos hacernos daño el uno con el otro.

“A cada uno de nosotros Cristo nos dio las capacidades que quiso darnos. Como dice la Biblia: «Cuando subió al cielo, llevó muchos prisioneros, y dio capacidades a la gente.» Pero, ¿qué significa eso de que «subió»? Pues significa que primero bajó a las partes más profundas de la tierra. Y el que bajó es el mismo que después subió a lo más alto del cielo, para llenar todo el universo. Él fue quien les dio a unos la capacidad de ser apóstoles; a otros, la de ser profetas; a otros, la de ser evangelistas; y a otros, la de ser pastores y maestros. Hizo esto para que todos los que formamos la iglesia, que es su cuerpo, estemos capacitados para servir y dar instrucción a los creyentes. Así seremos un grupo muy unido y llegaremos a tener todo lo que nos falta; seremos perfectos, como lo es Cristo, por conocer al Hijo de Dios y por confiar en él.” (Efesios 4:7-13)


Te invito a meditar en la siguiente adoración.




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Tras la tragedia del 11 de septiembre de 2001 entrevistaron, en la TV norteamericana, a la hija del célebre predicador cristiano Billy Graham.

Un incrédulo entrevistador le preguntó: “¿Dónde estaba Dios al momento del ataque a las torres gemelas?” La respuesta fue precisa: “Igual que nosotros, creo que Dios está profundamente triste por este suceso, pero durante años hemos estado diciéndole a Dios que se salga de nuestras escuelas, que se salga de nuestro gobierno y que se salga de nuestras vidas, siendo Él un caballero, se ha retirado tranquilamente. ¿Cómo podemos esperar que Dios nos dé Su bendición y Su protección cuando le hemos exigido que nos deje estar solos?”.

Solemos acordarnos de Dios en las calamidades y desastres, enfermedades y angustias, cuando no encontramos salida, sin importar que para nada nos ha preocupado la existencia de injusticia, de los perseguidos y encarcelados, de la violencia, de la envidia, de la arbitrariedad, de los que proponen el matrimonio homosexual, de los patrocinantes del aborto, de los que sacan de las aulas los crucifijos y prohíben las oraciones. Nos olvidamos de Dios, pero le pedimos cuentas toda vez que nos va mal, toda vez que nos preguntamos por cuál razón nuestros hijos no saben distinguir entre el bien y el mal y viven entre el peligro de las drogas, del sexo promiscuo y del alcohol. Ignoramos a Dios cuando nos preguntamos por qué los hijos no saben distinguir entre lo que es de Dios y lo que es del hombre, cuando no se tiene conciencia de que se adora dioses falsos llamados “dinero, sexo, poder, posición social, etc”.

Existe una ley universal: “Se recoge lo que se siembra”, no se puede cosechar paz sembrando contienda, no se puede esperar amor si desparramamos odio. La gente manda a Dios a la basura pero a la hora de ver los resultados se pregunta dónde está que no actúa en nuestra defensa. La gente suele formar opinión leyendo periódicos o viendo televisión, creen en todo lo que les dicen o enseñan en la calle, pero no creen en la Biblia. Hay pornografía circulando libremente en cada kiosco y en cada calle, pero no es bien visto hablar de Dios en público, en las escuelas y en los lugares de trabajo, y entre los pocos que lo hacen, hay quienes manipulan su palabra en forma escandalosa y amañada.

Son populares los horóscopos, adivinas, brujas y, como última novedad, los santeros y los importados babalaos, ambos personajes, aprovechando la ignorancia reinante sobre la Biblia, engañan a incautos afirmando adorar el mismo dios, en circunstancias que entre sus “santos” se ocultan dioses africanos paganos y ritos primitivos y sanguinarios.

Tenemos una gran similitud con el pueblo israelita sacado de Egipto por Jehová, ellos también renegaban de su suerte y llegaron a pensar que era mejor volver a la antigua esclavitud de Egipto, nunca se preguntaron en qué se habían equivocado, en la razón por la cual Dios los castigaba con 40 años perdidos en el desierto.

¿Cuántos años le tocarán a Venezuela para que aprenda la lección?

Escrito para: Diario El Tiempo y Ministerio Vivo Para Cristo
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Trabajaba en la computadora, cuando en televisión entrevistaban a una profesora de Derecho Civil de la UCAB. No puse especial atención en lo que hablaba, hasta que en algún momento oí una aseveración que me hizo brincar de la silla: “Mucha gente se escandalizará cuando se discuta la reforma al Código Civil y se permita el matrimonio entre personas del mismo sexo, igual sucedió cuando se le otorgó el derecho a voto a las mujeres”.

No me incluyo entre los mojigatos, ni siquiera entre los que no se adaptan a la evolución de costumbres y modas, pero lo oído definitivamente me espantó, no sólo por venir de boca de una abogada profesora de una universidad católica, sino muy en especial porque tejió una comparación muy extraña: puso al mismo nivel una normativa de hombres con un valor de Dios, algo que concierne a prácticas humanas, como lo es el voto femenino poniéndolo a la par con un valor determinado por el propio autor de la creación: los sexos y su interrelación.

Les preguntaría a todos esos que se esconden tras supuestas “amplitudes de mente” y “ protección a minorías”, ignorantes de las leyes de Dios, (y si no creyesen en Él les invoco las leyes de la naturaleza dictadas por el propio Creador), ¿es que sólo creen en valores materiales?, ¿se atreven a llamarse cristianos ignorando sus disposiciones?

A esa profesora de una “Universidad Católica”, le preguntaría si se puede encontrar en la Biblia alguna observación sobre el voto femenino, o como se debe sancionar a quien irrespete un semáforo en luz roja, la respuesta es evidente: ¡no!, pero si se diera el trabajo de investigar sobre las prácticas sexuales podría empezar por Génesis 1: 27 : “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. Seguir con Sodoma y Gomorra en Génesis 19, por Levítico 20 o para ser más “moderno”: Romanos 1: 25-27 : “Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén, por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas, pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución a su extravío”.

Dios es equidad perfecta, pero el hombre cada día se aleja más de Él, no se trata de instaurar estados teocráticos, pero desobedecer así llama a castigo, se avanza cada día hacia lo que podrían llamarse gobiernos satánicos, pues en aras de una supuesta libertad y respeto a minorías, convierten la libertad en libertinaje diabólico, la ley civil en ley moral, lo anti natura en natural y lo indecente en moda. Respeto la enfermedad, no así la degradación.

Argentina ya emprendió camino, se dice que Chile también.

La pregunta que nos concierne es ¿también Venezuela marcha rumbo a una Sodoma siglo XXI?. ¡Nunca lo legal será sinónimo de moral!.

Escrito para: Ministerio Vivo Para Cristo
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Se que estas aquí

“Aunque mis ojos no te puedan ver… te puedo sentir se que estas aquí…”, dice una preciosa alabanza que en especial me gusta mucho, y es que muchas veces creemos estar solos, porque no vemos alguien a nuestro alrededor que nos este acompañando, pero la realidad es que yo sé y tu sabes que hay alguien que está en todo momento y en todo lugar con nosotros y ese alguien es Dios, nuestro amigo, nuestro Padre, nuestro confidente, nuestro todo, y es que aunque no podamos verlo con nuestros ojos físicos ni tocarlo con nuestras manos, El está ahí. Pero muchas veces no lo sentimos porque nuestro corazón no está conectado con el suyo, porque nuestra mente anda divagando por algún lugar, perdida entre tantos pensamientos que la acechan y la aturden y que precisamente no tienen que ver con El.

Yo sé mi querido hermano y querida hermana que si tu mente y tu corazón estuvieran constantemente conectados con El sintiéramos su dulce presencia, sintiéramos que El nos abraza, que está verdaderamente cerca de nosotros, es como cuando alguien que quieres mucho está lejos de ti, pero es que tu espíritu está conectado con el de esa persona, tu corazón lo siente, es algo que no se puede ver ni tocar solo sentir.

La comunicación es un elemento muy importante e influye para que sientas esa presencia de Dios en tu vida, porque por ejemplo cuando alguien que quieres está lejos, y te comunicas con esa persona todos los días no sientes tanta lejanía, es una forma de sentir que estas cerca y lo mismo sucede con Dios, porque aunque no lo puedas ver, ni tocar, cuando hablas con él, puedes sentir que está contigo, ya sea que estés en tu casa, en la calle, en tu trabajo, en fin en cualquier lugar donde estés, ahí está El, y es tan maravilloso tenerlo cerca y más aun poder sentirlo.

Gracias Señor por que estas Aquí siempre… y aunque no te podamos ver ni tocar físicamente estamos seguros que tu presencia va con cada uno de nosotros.

Ahora te invito a que escuches esta hermosa alabanza de la que te hable al principio y la disfrutes así como yo la disfruto cada vez que la escucho.


Autor: Paty Abrego
Tomado de: Devocional Diario.com
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