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1era Samuel 13:14

“…Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó”.


Cuando usted le pregunta un niño pequeño a quien le gustaría parecerse cuando llegue a ser Adulto, inmediatamente el suele responder: “Yo quiero Ser Como: Iron Man, Hulk, Spiderman o Batman”, generalmente ningún niño desea parecerse a Su Padre o Madre, ellos buscan siempre tener un Super Poder, o una Habilidad más alla de lo normal, algo por lo cual puedan destacarse y sobresalir de entre los demás amigos y compañeros.

En muchas oportunidades nosotros como adultos en Cristo, también deseamos ser un Cantante Famoso, un Predicador Prominente, o un Evangelista lleno de la Unción del Espiritu Santo, y no es que este deseo sea malo, sino que muchas veces olvidamos que existe Nuestro Padre Dios a quien podemos llegar a parecernos, y más aún, podemos llegar a ser conforme a Su corazón.

El Salmista David tenía una meta verdaderamente apasionante, él anhelaba despertar un día siendo a la imagen de Dios. Él decia en uno de sus Salmos: “En cuanto a mí estaré satisfecho hasta que despierte a tu semenjanza”.

¿Sabe por qué David llegó a ser conforme al Corazón de Dios? Porque precisamente Dios no lo fabricó o lo hizo conforme a Su Corazón, sino porque David “LLEGO A SER”. Cuando hablamos de “LLEGAR A SER”, es porque toma su tiempo, es decir, es un proceso.

Ahora ¿Cómo llegó David a ser Conforme al Corazón de Dios? Pues, david se trazaba metas, él anhelaba estar todos los días en la Casa del Señor, para inquirir en Su Templo y permanecer en Su presencia contemplando Su Hermosura. Nuestra meta debe ser la misma. El hombre es transformado a la imagen de a quien adora, por eso los que fabrican idolos, dice La Palabra de Dios, que: “tienen ojos y no ven, oidos y no oyen… semejantes a ellos son los que los hacen y los adoran”.

Nosotros podemos llegar a ser conforme al Corazón de Dios en la medida que permanecemos en Su Presencia, no es frecuentar sino vivir diariamente en la Presencia de Nuestro Dios, cuando nosotros vamos delante de Él, pues Él añade virtudes a nuestra vida, va construyendo y moldeando nuestro carácter a Su imagen, hasta llegar a la Estatura del Varón Perfecto.

En la Presencia del Señor experimentamos no solo cambios significativos de nuestro carácter, sino también obtenemos Seguridad, Paz aunque arrecie la tormenta, es allí, escondidos en Dios donde hallamos Refugio, pues Él es Nuestra Ciudad Amurallada. Si hallamos todos estos beneficios en la Presencia de Nuestro Buen Dios entonces, deseemos desesperadamente estar delante de Él cada instante de Nuestra Vida para llegar a ser verdaderamente Conforme a Su Corazón.

Autora: Lidia Tapisquen
Escrito para: Ministerio Vivo Para Cristo

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