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Hoy, los gobiernos autoritarios no son tan burdos como antes. Han evolucionado y disfrazado de democráticos y amenazan a la democracia de maneras modernas, sofisticadas y generosamente financiadas. Esta nueva clase de autócratas es el mayor obstáculo para la implantación de un sistema internacional basado en el imperio de la ley, los derechos humanos y la libertad de expresión, estos estados tienen muchos elementos comunes que los caracterizan como opositores al desarrollo democrático, dentro y fuera de sus países.

Colaboran con el debilitamiento de las libertades políticas en el mundo, minando la democracia mediante la manipulación del sistema legal, el control de los medios de comunicación y el miedo, recompensando a los leales y persiguiendo a los disidentes, sin respetar los procedimientos legales vigentes intentan justificar los esfuerzos por controlar los medios de comunicación y esconder sus intenciones utilizando como argumento la desestabilización. Estos regímenes adaptados y mimetizados en la globalidad moderna utilizan todas las herramientas del sistema capitalista para usarlas en su destrucción, es el caso del tan vapuleado “mercado”, el cual utilizan para sus fines. Rusia ha lanzado “Russia Today”, una empresa de televisión multimillonaria para Norteamérica, Europa y Asia. En 2007, Irán creó Press TV, una cadena por satélite en lengua inglesa, con varios cientos de empleados internacionales, China se dispone a gastar enormes sumas para la ampliación de sus actividades mediáticas en el extranjero con el objetivo de mejorar su imagen, Pekín ha reservado al menos 6.000 millones de dólares para esta tarea.

Estos gobiernos entregan miles de millones de dólares en ayuda exterior sin aparente condición, sólo para bloquear cualquier esfuerzo para neutralizarlos y reducir la corrupción. Estos países se parecen a los sistemas autoritarios tradicionales en que subvierten la democracia mediante una combinación de instrumentos: manipulando el sistema legal, el control de los medios y el miedo.

Lo que hace que estos casos sean un fenómeno extraordinario y verdaderamente nuevo es el grado de innovación y sofisticación que utilizan para subvertir su discurso comunicacional.

Dentro del intento general de exportar la influencia autoritaria, estos regímenes se esfuerzan también para perturbar la labor de los organismos legales internacionales que defienden la democracia y los derechos humanos, entre ellos la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, la Organización de Estados Americanos y el Consejo de Europa. En la ONU, forman coaliciones para contrarrestar las críticas, obstaculizan las propuestas de sanciones e impulsan medidas antidemocráticas.

¡Listo!... si a los ya mencionados ingredientes anteriores se le agrega una pizca de marxismo, otra de socialismo y estalinismo al gusto, el plato está ya listo: “Arroz con Mango a la siglo XXI”.

Autor: Helmut Schatte
Tomado de: Diario El Tiempo

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