Firefox

Rss

Cierto día fuimos a visitar a una hermana, que había pasado por un sin fin de problemas, al llegar a su casa, su pequeño de dos años de edad, estaba jugando con unos cochecitos, al vernos llegar señalaba hacia la puerta del baño, dando a entender que su madre estaba bañándose, el abuelo del pequeño nos hizo entrar a la casa, confirmando lo que el pequeño nos decía, apenas en señas.

Comenzamos a platicar con el abuelo del pequeño, mientras el niño continuaba jugando, intentamos que nos diera sus juguetes, pero siempre decía con su dedo que “no”, al ver que seguíamos insistiendo, comenzó a llevar sus juguetes a otra habitación, el abuelo nos dijo: -“Díganle que de quien es el triciclo, que se lo van a llevar”, pues después de llevar sus juguetes el niño ya no salía de su habitación.

Al escuchar esto, el pequeño salió de su habitación, señalando con su dedo “NO”, y buscando desesperadamente su triciclo, por fin lo encuentra y se lo lleva a su habitación, en ese momento, su madre sale, y nos saluda, conversamos y le animamos a que confiara más en el Señor, que no decayera, etc. Al momento de despedirnos, el pequeño ya no quería saludarnos, (habrá pensado que éramos malas al querer llevarnos sus juguetes).

Entonces, se me ocurrió decir: -Me voy a llevar a tu Mami.., tomé de la mano a su madre, y el niño con desesperación, decía con su cabeza “no”, -¿Qué me das a cambio de tu mami?, y me sonreí un poco, continuamos caminando y despidiéndonos, cuando el pequeño salió con su juguete preferido, me jaló y me lo dio, me agache y le dije: -¿Esto es lo que me das a cambio de tu mami?, - el pequeño señalaba con la cabeza que “si”, esta acción me dio ternura, acaricie su cabeza y le dije: -Gracias lo acepto- el niño suspiro – pero.. – Añadí – no me voy a llevar a tu mami ni tu juguete – se lo devolví – por un momento le desconcertó esto al pequeño, al ver que continuábamos caminando y su madre iba con nosotros, el exclamo: ¡ma! – y agarró la mano de su madre, me volví asía el – Descuida pequeño no me llevare a tu mami, gracias por darme tu juguete, ahora te pertenece todo.
Y nos fuimos.

Al parecer todo le valió poco, con tal de no perder su tesoro más preciado… a su madre. No importó entregar su juguete preferido, si con eso lograba que no se llevaran a su madre. Esto me hizo reflexionar en que: hay ocasiones que nos podemos aferrar a las cosas, creyéndolas importantes para nosotros, y Dios nos las pide, pero no estamos dispuestos a darlas, es entonces cuando toca la llaga, y entonces si nos disponemos a entregarlo todo, pero lo hermoso de esto es que, a pesar de que Dios nos pida (tiempo, dinero, esfuerzo, familia, etc.) , El no la pide para arrebatárnosla , sino que nos la pide por que en sus manos están mas seguras que en la de nosotros, ¿por que nos resulta entregarle todo a nuestro Señor?

Aun hoy sigo pensando en ese pequeño, cada vez que Dios me pide algo, y quedo en el dilema: ¿entregarlo o no entregarlo? Y a ti ¿ que te a pedido Dios?, se lo has entregado o dices como el pequeño “no”…. ¿que das a cambio de el amor Dios, de tu salvación, de todo lo que Dios a hecho por ti?. Te a pedido Dios acaso demasiado?

Todo es de Dios, por lo tanto, absolutamente todo le pertenece.

Que Dios les bendiga.
Tomado de: Reflexiones Cristianas

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dedicar un momento de tu tiempo para Comentar este tema.

Los comentarios ANONIMOS NO serán aprobados.