Fe es la certidumbre sobre que algo es cierto, es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver, es estar seguro que se va a recibir algo que se espera. La confianza es su hermana gemela, la diferencia estriba en que la confianza normalmente se construye en base a experiencia previa sobre las cualidades que algo o alguien tiene para obtener el fin que se busca. Ambas vivencias tienen en común, el que cada día es más difícil experimentarlas, cada día nos aleja más de la confianza en el hombre y de la fe en Dios, en los hombres se expresa en la célebre frase de “mientras mas conozco al hombre, mas quiero a mi perro”, y por desgracia, la fe en Dios también ha ido en decadencia en la medida que los hombres creen que pueden explicar todo mediante la ciencia, se han creído sabios en su propio conocimiento, ruedan precipicio abajo sin darse cuenta que a pesar del éxito económico y alto Standard de vida, en los países mas “desarrollados” el índice de suicidios es alto y el de divorcios escandaloso, por eso han prosperado los escapes de la realidad a través de las drogas, el alcohol, la promiscuidad sexual, etc.
Algunos hombres piensan que creer en Dios es una “debilidad”, que reconocer la existencia de un Creador del universo equivale a la superchería supersticiosa de pueblos primitivos que adoraban al fuego, la lluvia, la luna, al sol, o a cualquier otro dios “especializado” en la caza, la guerra, el amor o la agricultura, tal apreciación resulta bastante paradójica ya que no es raro conseguir entre esos seres “intelectualmente autosuficientes”, unos dioses que adoran y a los que obedecen aún a costa de su propia integridad y felicidad, que de tanto convivir con ellos no los distinguen del paisaje, que de verlos, sus mismos adoradores no los reconocen, el escritor francés Víctor Hugo dijo una vez: “por lo menos un vez al año pon algo de tu dinero frente a ti y di , solo para que quede claro quien es el dueño de quien”, ¡si pudiésemos hacer lo mismo con el poder, sexo, éxito personal, posición social, belleza, popularidad, etc., falsos dioses traidores y ocultos, a quienes se rinden un inmenso número de hombres y mujeres en forma ciega, sin considerar que ellos, tras de un tiempo de compañía, abandonan dejando una horrible sensación de soledad y vacío, perecen en el tiempo pero cobran su tarifa en forma implacable; en ese tiempo que atrapa a todos, menos a uno a quien no puede tocar: al Dios verdadero.
Creencias paganas son las cultivadas por la sociedad actual, como hombres buscando respuestas en hombres, dándole la espalda al Creador, consultando adivinos, horóscopos y brujas, haciendo caso omiso a lo establecido por el propio Dios en su Palabra: “Esos profetas que dicen hablar de mi parte, son unos mentirosos. Yo no los he enviado, ni les he dado orden alguna. Es más, ni siquiera he hablado con ellos. Sus mensajes son una mentira, ¡un invento de su propia imaginación!. Dicen también que no habrá guerra ni hambre en este país; pero yo les digo que morirán de hambre o los mataran en la guerra.” (Jeremías 14: 14-16).
Autor: Helmut Schatte
Creencias paganas son las cultivadas por la sociedad actual, como hombres buscando respuestas en hombres, dándole la espalda al Creador, consultando adivinos, horóscopos y brujas, haciendo caso omiso a lo establecido por el propio Dios en su Palabra: “Esos profetas que dicen hablar de mi parte, son unos mentirosos. Yo no los he enviado, ni les he dado orden alguna. Es más, ni siquiera he hablado con ellos. Sus mensajes son una mentira, ¡un invento de su propia imaginación!. Dicen también que no habrá guerra ni hambre en este país; pero yo les digo que morirán de hambre o los mataran en la guerra.” (Jeremías 14: 14-16).
Autor: Helmut Schatte