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MELBURNE, Australia - Se inicia el mundial de Fórmula Uno con el Gran Premio de Australia, donde hay muchas novedades pero con el mismo favorito, Fernando Alonso (McLaren-Mercedes), que ha cambiado de escudería pero no los pronósticos.
Después de dos títulos mundiales consecutivos Fernando Alonso afronta un mundial lleno de incógnitas que comenzarán a despejarse una vez comiencen los coches a rodar en la pista de Albert Park, pero se presenta con los deberes hechos, con un coche competitivo, rápido y fiable.

Ahora hay que comprobar si los Ferrari del brasileño Felipe Massa y del finlandés Kimi Raikkonen son tan rápidos como parecen en las pruebas que han realizado hasta ahora, si su departamento táctico no se ha resentido con la marcha del británicos Ross Brawn y si la nueva regla, aprobada hace tan sólo diez días, de tener que utilizar los dos tipos de neumáticos, uno duro y otro blando, en carrera influye mucho o no en el resultado final.

Al frente de un equipo en el que sus opiniones son mas tenidas en cuenta que en Renault, Fernando Alonso, que gestiona las carreras como ningún otro piloto, puede lograr en este Gran Premio de Australia su primera su primera victoria para Vodafone-Maclaren, lo que daría una importante inyección de moral al equipo.

El circuito de Albert Park, que vuelve a abrir el mundial después de que renunciara a ello el pasado año para no coincidir con los Juegos de la Commonwealth, es un trazado en el que la mayor parte del mismo utiliza calles abiertas al público durante todo el año y eso hace que el recorrido esté bordeado de muros de cemento y que la adherencia al principio sea muy baja y vaya mejorando a medida que avanza el Gran Premio.

Con sus dieciséis curvas, algunas de ellas muy lentas, hace que el circuito sea tan duro para los frenos como el de Monza y que los alerones tengan que proporcionar unos niveles de carga medio-alto.

La sesión de los entrenamientos del viernes es lo que más va a cambiar y permitir a los espectadores, que como en años anteriores llenarán las tribunas de Albert Park, ver a los coches en acción casi continuamente

La duración pasa de dos a tres horas, dos sesiones de hora y media, y no hay límite para la utilización de los motores, por lo que ahora se podrá emplear esta jornada para poner los coches definitivamente a punto de la carrera, los tiempos que se obtengan serán mas significativos que en los años pasados y será cuando se decida cuándo utilizar en carrera los dos tipos de neumáticos.

Después de la jornada del viernes, la del sábado permanece invariable con la última sesión libre y la sesión de clasificación, que seguirá siendo por eliminación, para establecer la formación de esta primera prueba del mundial, que servirá para despejar muchas dudas y saber las posibilidades de cada cual para lograr el título.

Fuente: Fox Sports.com